5 formas de hacer que el sexo sea menos doloroso y más placentero
A medida que envejecemos, nuestros cuerpos cambian y es posible que experimentemos dolor durante el sexo. Sin embargo, esto no significa que debamos renunciar a una vida sexual plena y satisfactoria.
Como terapeuta sexual que ha trabajado con personas de todas las edades, he visto de primera mano cómo muchas personas mayores siguen disfrutando de una vida sexual activa y satisfactoria.
En este artículo, te presentamos 5 formas de hacer que el sexo sea menos doloroso y más placentero para personas mayores. Desde relajar los músculos del suelo pélvico hasta utilizar dilatadores, estas técnicas pueden ayudarte a superar los desafíos comunes y disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria en la vejez.
1. Relaja los músculos del suelo pélvico
Relajar los músculos del suelo pélvico puede marcar la diferencia entre un encuentro sexual doloroso y placentero. Estos músculos, que se encuentran en la base de la pelvis y apoyan los órganos pélvicos, pueden causar dolor durante la penetración si están tensos. Afortunadamente, existen varias técnicas para relajarlos y disfrutar de una vida sexual más plena y satisfactoria.
Una forma de relajar los músculos del suelo pélvico es mediante la respiración profunda y consciente. Al inspirar profundamente, permite que el diafragma se expanda y los músculos del suelo pélvico se relajen naturalmente. También puedes intentar contraer y relajar los músculos de forma consciente, como si estuvieras haciendo ejercicios de Kegel. Esto puede ayudarte a tomar conciencia de estos músculos y aprender a controlarlos mejor.
Otra técnica útil es el masaje del suelo pélvico. Puedes utilizar tus dedos o un juguete sexual para masajear suavemente la zona y ayudar a relajar los músculos. También puedes probar técnicas de yoga o pilates para fortalecer y estirar los músculos del suelo pélvico.
2. Masajea el perineo
¿Sabías que masajear el perineo puede marcar la diferencia entre un encuentro sexual doloroso y placentero? El perineo es esa zona mágica entre la vagina y el ano, y masajearlo suavemente puede ayudar a relajar los músculos de la zona y mejorar la circulación sanguínea. Esto no solo puede disminuir el dolor durante el sexo, sino que también puede aumentar la sensibilidad y el placer.
Además, masajear el perineo puede ser una forma divertida y sensual de conectar con tu pareja. Puedes pedirle que te masajee suavemente la zona antes del sexo, o puedes masajear su perineo mientras lo besas y acaricias. También puedes utilizar un aceite esencial o un lubricante para hacer el masaje más agradable y sensual.
Si nunca has masajeado el perineo antes, no te preocupes. Es fácil aprender a hacerlo y puedes practicar solo o con tu pareja. Simplemente coloca tus dedos en la zona y masajea suavemente en círculos. Si sientes alguna tensión o dolor, puedes presionar suavemente la zona y mantener la presión durante unos segundos antes de soltar. Con la práctica, deberías notar una diferencia en la sensibilidad y el placer durante estos momentos íntimos.
3. Haz estiramientos del suelo pélvico
¿Sabías que hacer estiramientos del suelo pélvico puede marcar la diferencia entre un encuentro sexual doloroso y placentero? Estos estiramientos pueden ayudar a aliviar las molestias durante la intimidad y mejorar la flexibilidad y el rango de movimiento de la zona. Además, pueden fortalecer los músculos del suelo pélvico y mejorar la circulación sanguínea, lo que puede aumentar la sensibilidad y el placer durante el sexo.
Algunos ejemplos de estiramientos del suelo pélvico incluyen la postura del puente, la postura del perro boca abajo y la postura de la mariposa. También puedes intentar contraer y relajar los músculos del suelo pélvico mientras estás sentado o acostado. Esto puede ayudarte a tomar conciencia de estos músculos y aprender a controlarlos mejor.
Si nunca has hecho estiramientos del suelo pélvico antes, no te preocupes. Es fácil aprender a hacerlo y puedes practicar solo o con tu pareja. Simplemente busca en línea algunos tutoriales o videos que te guíen a través de los diferentes estiramientos. Con la práctica, deberías notar una diferencia en la sensibilidad y el placer durante estos momentos íntimos.
4. Intenta un replanteamiento cognitivo
¿Alguna vez has sentido que debe ser perfecto y que cualquier dolor o dificultad es señal de que algo está mal contigo? O ¿has pensado que el sexo en la vejez no es tan importante o que ya no eres lo suficientemente atractivo o deseable para tu pareja?
Si es así, no estás solo. Muchas personas mayores luchan con pensamientos negativos y creencias limitantes sobre el envejecimiento. Pero la buena noticia es que puedes superar estos pensamientos y disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria.
Una técnica útil para hacerlo es el replanteamiento cognitivo. Esto implica identificar tus pensamientos negativos y reemplazarlos por pensamientos más realistas y positivos.
Por ejemplo, en lugar de creer que debe ser siempre perfecto, puedes replantear este pensamiento diciéndote a ti mismo que es una forma de conexión y placer, y que las dificultades son normales y se pueden superar. O en lugar de creer que ya no eres atractivo o deseable, puedes replantear este pensamiento recordando los momentos en los que tu pareja te ha demostrado su afecto y atracción hacia ti.
El replanteamiento cognitivo también puede ayudarte a superar la ansiedad y la tensión que pueden causar dolor durante el sexo. Al reemplazar tus pensamientos negativos por pensamientos más positivos, puedes reducir la tensión muscular y disfrutar de una experiencia sexual más placentera.
Si nunca has intentado el replanteamiento cognitivo antes, no te preocupes. Es fácil aprender a hacerlo y puedes practicar solo o con la ayuda de un terapeuta sexual. Simplemente identifica tus pensamientos negativos y reemplázalos por pensamientos más realistas y positivos. Con la práctica, deberías notar una diferencia en tu actitud hacia el sexo y en tu capacidad para disfrutarlo sin dolor.
5. Utiliza dilatadores
Si estás experimentando dolor durante estos momentos íntimos, los dilatadores pueden ser una solución efectiva para ayudarte a superarlo. Estos dispositivos, que vienen en diferentes tamaños y formas, se utilizan para acostumbrar gradualmente a los músculos del suelo pélvico a la penetración. Son especialmente útiles para personas que han experimentado traumas o cirugías en la zona genital, o para aquellas que sufren de vaginismo o dispareunia.
Según mi experiencia como terapeuta sexual, he visto cómo los dilatadores pueden marcar una gran diferencia en la vida sexual de mis clientes. Por ejemplo, una de mis clientas había sufrido un trauma sexual en el pasado y tenía dificultades para permitir la penetración. Después de utilizar dilatadores durante varias semanas, pudo disfrutar de una vida sexual más plena y satisfactoria con su pareja.
Si estás considerando utilizar dilatadores, es importante hablar con tu médico o terapeuta sexual para asegurarte de que son adecuados para ti y para recibir orientación sobre cómo utilizarlos de forma segura y efectiva. También es importante tomarse el tiempo necesario para relajarse y utilizar lubricante antes de insertar el dilatador. Con la práctica, deberías notar una diferencia en la sensibilidad y el placer durante estos momentos íntimos.