Las mejores posturas sexuales después de los 50
A medida que envejecemos, nuestras necesidades y deseos sexuales pueden cambiar, pero eso no significa que tengamos que renunciar a una vida sexual satisfactoria y placentera.
De hecho, mantener una vida sexual activa después de los 50 años puede tener numerosos beneficios para la salud física y mental, como reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejorar el estado de ánimo y fortalecer los lazos emocionales con la pareja.
En este artículo, exploraremos algunas de las mejores posturas sexuales para personas mayores de 50 años, teniendo en cuenta factores como la comodidad, la seguridad y la estimulación. Según un estudio realizado por la Universidad de Manchester, el 60% de las personas mayores de 50 años siguen teniendo relaciones sexuales regularmente, así que ¡no estás solo!
1. La silla
La postura de "La silla" es una gran opción para aquellos que buscan comodidad y estimulación en sus relaciones sexuales después de los 50 años. En esta posición, uno se sienta en una silla o en el borde de la cama, mientras el otro se sienta encima, enfrentándose o dándole la espalda.
Lo bueno de "La silla" es que permite un control total sobre el ritmo y la profundidad de la penetración, lo que puede ser especialmente beneficioso para aquellos que experimentan dolor o incomodidad durante el sexo. Además, la persona sentada encima puede apoyarse en las rodillas o en los pies para mantener el equilibrio y evitar lesiones.
Otra ventaja de "La silla" es que permite un fácil acceso a los puntos erógenos, como los pechos y el clítoris, lo que puede aumentar la excitación y el placer para ambos miembros de la pareja. En caso de problemas de movilidad o flexibilidad, adaptar esta postura con almohadas o cojines resulta útil para apoyarse y mantener una posición cómoda.
2. El misionero
La posición del misionero es una de las más clásicas y populares en el mundo del sexo y por una buena razón. En ella, tú te acuestas boca arriba mientras tu pareja se coloca encima, apoyando las rodillas en la cama. Esta postura permite un contacto visual y físico cercano, lo que puede aumentar la intimidad y el placer.
Aunque la técnica del misionero puede parecer sencilla, hay algunas variaciones que pueden hacerla más cómoda y estimulante para personas mayores de 50 años. Por ejemplo, puedes levantar las piernas y envolverlas alrededor de la cintura, lo que permite una penetración más profunda y una mayor estimulación del clítoris. Además, esta posición permite a tu pareja controlar el ritmo y la profundidad de la penetración, lo que puede ser beneficioso si experimentas dolor o incomodidad durante el sexo.
Otra variación es colocar una almohada debajo de tu espalda baja, lo que eleva la pelvis y facilita la penetración. Colocar un cojín debajo de las caderas proporciona un ángulo diferente y una estimulación adicional. Recuerda que la comunicación y el consentimiento son clave en cualquier interacción sexual, así que no dudes en hablar sobre lo que te gusta y lo que no.
3. La cucharita
La postura de "La cucharita" es una opción ideal para aquellos que buscan intimidad y comodidad en sus relaciones sexuales después de los 50 años. En esta posición, ambos se acuestan de lado, uno detrás del otro, con el miembro superior envuelto alrededor del miembro inferior. Es como si estuvieras abrazando a tu pareja desde atrás, lo que puede ser muy romántico y reconfortante.
Lo bueno de "La cucharita" es que permite un contacto cercano y una estimulación suave, lo que puede ser especialmente beneficioso para aquellos que experimentan dolor o incomodidad durante el sexo. Además, esta postura permite un fácil acceso a los puntos erógenos, como los pechos y el clítoris, lo que puede aumentar la excitación y el placer para ambos involucrados. En caso de problemas de movilidad o flexibilidad, adaptar esta postura con almohadas o cojines resulta útil para apoyarse y mantener una posición cómoda.
Una de las ventajas de "La cucharita" es la posibilidad de experimentar con diferentes ángulos y posiciones para encontrar lo que funciona mejor para ti. Por ejemplo, puedes levantar ligeramente la pierna del miembro inferior para permitir una penetración más profunda, o puedes utilizar tu mano libre para acariciar el clítoris o los testículos. Considerar mover las caderas de forma lenta y suave, en lugar de empujar con fuerza, para disfrutar de una estimulación más sutil y placentera.
4. La Toga
"La Toga" es ideal para quienes buscan una experiencia más sensual y romántica en sus relaciones sexuales después de los 50 años. En esta posición, uno se acuesta boca arriba en la cama, mientras el otro se sienta encima, enfrentándose y envolviendo con las piernas alrededor de la cintura, como si estuviera envuelto en una toga.
Lo bueno de "La Toga" es que permite un contacto cercano y una estimulación suave, lo que puede ser especialmente beneficioso para aquellos que experimentan dolor o incomodidad durante el sexo. Además, esta postura permite un fácil acceso a los puntos erógenos, como los pechos y el clítoris, lo que puede aumentar la excitación y el placer para ambos involucrados. Imagina el roce de la piel, el susurro de las respiraciones, el calor de los cuerpos unidos.
Una de las ventajas de "La Toga" es que puedes experimentar con diferentes ángulos y posiciones para encontrar lo que funciona mejor para ti y tu pareja. Por ejemplo, puedes levantar ligeramente las caderas del miembro inferior para permitir una penetración más profunda, o puedes utilizar tu mano libre para acariciar el clítoris o los testículos de tu pareja. Considerar mover las caderas de forma lenta y suave, en lugar de empujar con fuerza, para disfrutar de una estimulación más sutil y placentera.
Pero "La Toga" no solo ofrece beneficios físicos. También puede ser una forma de conectar emocionalmente con tu pareja y fortalecer los lazos afectivos. Al mirar a los ojos y abrazar estrechamente, se siente una mayor intimidad y cercanía, lo que puede aumentar el placer y la satisfacción general.
Si tienes problemas de movilidad o flexibilidad, puedes adaptarla utilizando almohadas o cojines para apoyarte y mantener una posición cómoda. Recuerda que la comunicación y el consentimiento son clave en cualquier interacción sexual, así que no dudes en hablar sobre lo que te gusta y lo que no.